Cada año se vierten 7 toneladas de residuos plásticos a la costa de Barcelona, según un estudio de la UPC y la UB
Durante dos años y medio, se ha llevado a cabo un muestreo en la costa de Barcelona, a través de boyas de deriva
El estudio ha incluido una iniciativa de ciencia ciudadana en la que grupos de personas voluntarias han tomado muestras de microplásticos en diferentes playas de Barcelona
Un grupo de investigadores de la UPC y la UB ha monitoreado durante dos años y medio la costa de Barcelona para cuantificar la magnitud de la basura marina flotante e identificar los flujos de transporte y las zonas de acumulación de los residuos plásticos. Los resultados de la investigación se han presentado el 20 de mayo en una jornada en el Campus Diagonal Nord de la UPC.
21/05/2025
La concentración de microplásticos flotantes en algunas playas de Barcelona es muy elevada, con valores que alcanzan los 44 fragmentos por metro cuadrado, una magnitud superior a la que se registra en zonas con gran acumulación de basura marina, como el Giro del Pacífico Sur.
Se estima que en los últimos años la cantidad de micro y macroplásticos que provienen de los ríos Llobregat y Besòs y de las descargas de sistemas unitarios (DSU) —los puntos de descarga combinada de aguas residuales y pluviales en la costa— es de aproximadamente 40 billones de partículas por año, equivalentes a unas 7 toneladas. La mayor parte de estos residuos proceden del río Llobregat, que vierte unos 28 billones de partículas anuales (4,4 toneladas), seguido del río Besòs, con 11 billones de partículas (1,7 toneladas). Otros 550 millones de partículas (1,2 toneladas) provienen de las DSU.
Aproximadamente el 90% de esta basura marina flotante que sale de las DSU y de los ríos regresa a la costa en un período aproximado de 28 días. Las corrientes y el oleaje, así como la orientación de la costa, determinan el transporte y acumulación de la basura marina en las diferentes playas. También se observa una gran cantidad de basura flotante que depende del caudal de salida y, por lo tanto, la cantidad de basura flotante es mayor después de episodios de lluvias intensas, cuando el caudal es más grande.
En cuanto a los tipos de plástico más frecuentes, son fragmentos y películas de color transparente, mayoritariamente compuestos de polietileno y polipropileno. Otros tipos de plástico con un origen claramente identificable son las toallitas húmedas y fibras de césped artificial, que representan unas entradas anuales de 12 millones.
Estas son algunas de las conclusiones de un estudio liderado por el investigador José Alsina Torrent, del Laboratorio de Ingeniería Marítima (LIM) de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC), vinculado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canals y Puertos de Barcelona (ETSECCPB), y la investigadora Anna Sánchez Vidal, del grupo de investigación Geociencias Marinas de la Universitat de Barcelona, en el marco del proyecto ‘Herramientas para una mejor gestión de la basura marina en zonas costeras y acelerar la transición a una economía circular del plástico’ (TRACE).
El proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Agencia Estatal de Investigación, tiene como objetivo desarrollar herramientas de predicción y monitorización de la basura flotante para promover la conservación, el uso sostenible y la gestión de las zonas costeras. Para ello, se ha tomado Barcelona como caso de estudio. Durante dos años y medio, los investigadores han llevado a cabo campañas de muestreo en la costa de Barcelona, con boyas de deriva, y han tomado muestras de turbidez del agua y captura de micro y macroplásticos mediante redes de pesca diseñadas especialmente. También se han tomado muestras en la desembocadura de los ríos Llobregat y Besòs y la salida de varios DSU.
Un proyecto de ciencia ciudadana
El estudio ha incluido una iniciativa de ciencia ciudadana en la que grupos de personas voluntarias han tomado muestras de microplásticos en diferentes playas de Barcelona, tanto directamente de la arena de la playa como también arrastrando una red de pesca de microplásticos desde tablas de pádel surf o kayaks. Este muestreo se ha realizado en coordinación con la delegación Española de Surfrider Europe.
Las muestras recogidas se han analizado en los laboratorios de la UB, donde se han caracterizado los residuos por tipo de plástico, color y forma, para poder así determinar su origen.
A partir de los datos obtenidos y del análisis de variables como el oleaje, las corrientes o el tipo de playa, los investigadores de la UPC han desarrollado una herramienta de modelado numérico que permite simular el recorrido de estos residuos desde las desembocaduras de los ríos y los puntos de vertido de aguas hasta el mar, así como determinar las zonas donde se producen las mayores concentraciones.
Los resultados finales del proyecto se han presentado el 20 de mayo en una jornada que ha tenido lugar en el salón de actos del edificio Vèrtex, en el Campus Diagonal Nord de la UPC (ver vídeo de la jornada).