Comunicado sobre el resultado de la convocatoria para apoyar a los grupos de investigación SGR

La Universitat de Barcelona (UB), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) manifiestan su sorpresa por los negativos resultados de los grupos de investigación universitarios en la última convocatoria de ayudas de apoyo a los grupos de investigación de Cataluña (SGR).

22/02/2018

Recientemente, la Generalitat de Catalunya ha hecho públicos los resultados de la última convocatoria para apoyar a los grupos de investigación de Cataluña (SGR). Después de analizarlos, queremos hacer notar nuestra estupefacción y sorpresa por los resultados tan negativos que han obtenido los grupos de investigación universitarios y hacer constar lo siguiente:

•  En 2009, un 64% de la financiación de esta convocatoria era para grupos de investigación universitarios. Este porcentaje se redujo a un 56% en la convocatoria de 2014, y en la última, la de 2017, queda en un magro 49%. Por primera vez, la financiación destinada a grupos de investigación no universitarios excede la destinada a la universidad. Si nos restringimos a las universidades públicas catalanas, el porcentaje baja al 47%. En el caso de la Universidad de Barcelona, la disminución ha sido del 26%, un 24% en el caso de la UAB y un 19% con respecto a la UPC.
 
•  Las publicaciones científicas del sistema de investigación catalán (tanto de universidades como de otros centros de investigación) fueron cerca de 35.000 en el periodo 2016-2017, según datos de la Web of Science. De éstas, más de 27.000 -un 78% - las produjeron las universidades públicas catalanas, entre las que destacan especialmente la Universidad de Barcelona, con casi 14.000, la Universidad Autónoma de Barcelona, con más de 8.000, y la Universidad Politécnica de Cataluña, con unas 3.000. Los centros CERCA (centros de investigación de Cataluña que no pertenecen a la universidad) produjeron unas 12.000, y el resto de instituciones, 17.000 en el mismo periodo (una misma publicación puede ser contada por dos o más instituciones).
 
•  A pesar de la difícil situación económica de las universidades y su infrafinanciación, reconocida por voces como la del ex consejero de Economía y Empresa, Andreu Mas-Colell, en un reciente artículo publicado en el diario Ara, nuestras universidades públicas han mantenido y mejorado sus posiciones en los rankings internacionales más relevantes. Cuando comparamos la productividad científica por euro invertido en las universidades catalanas, nuestras instituciones ocupan lugares muy destacados a nivel mundial.
 
•  Si comparamos los indicadores científicos de determinados departamentos e institutos universitarios con los institutos CERCA, los resultados son similares, y especialmente positivos cuando la relación coste-rendimiento se incorpora como variable. Los centros CERCA reciben una triple financiación por parte de la administración: los fondos basales directos, a través del programa ICREA; el profesorado cedido por las universidades, una cesión que no sólo no se ve compensada, sino que al mismo tiempo impide renovar nuestras plantillas y, finalmente, la transferencia evidente de las ayudas SGR de esta convocatoria, que pasan de las universidades públicas hacia estos centros.

•  La convocatoria SGR fue creada para proveer de una financiación basal a numerosos grupos de investigación catalanes. A fecha de hoy, 1.744 grupos de investigación están reconocidos por la Generalitat de Catalunya, de los cuales un 63% pertenecen a las universidades catalanas, lo que hace aún más incomprensible que la mayor parte de la financiación que otorgan estas ayudas no se destine al ámbito universitario.
 
•  Esta disminución afecta particularmente a los grupos de los ámbitos de las ciencias experimentales, de la vida y la salud, que parece que entran en más clara competencia con los centros CERCA, y en muchos casos representa la única financiación disponible.
 
Desde la UB, la UAB y la UPC consideramos que no hay ninguna razón objetiva que avale esta disminución, ni en cuanto a los argumentos numéricos ni a los correspondientes a la producción científica. En definitiva, este hecho se suma a un conjunto de agravios que sufrimos las universidades del país –infrafinanciación, imposibilidad de articular un relevo generacional en nuestras plantillas– que nos sitúa en una posición límite. Hacemos un llamamiento, pues, a replantear cuál es el futuro que queremos para nuestras universidades.

Equipos de Gobierno de la UB, la UAB y la UPC.