La UPC participa en el ensayo europeo que probará un nuevo tratamiento para reducir la mortalidad del shock cardiogénico

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CardioSense mide dos indicadores cardiovasculares (el electrocardiograma y la onda de pulso arterial), que se pueden visualizar en la pantalla de un dispositivo móvil

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Imagen del acto de presentación del proyecto en Londres

Compromiso con Icaria Medical para la comercialización de Cardiosense
Precisamente, el 11 de enero se ha firmado un convenio de colaboración entre la UPC y Icaria Medical S.L., una spin-off de la UPC que surge a partir de la tecnología y el conocimiento que se ha desarrollado por el equipo de investigadores del grupo de investigación en Instrumentación, Sensores e Interfaces, del Departamento de Ingeniería Electrónica.

Icaria Medical es la empresa a la que se licencian las patentes de la tecnología CardioSense que se aplicará en el proyecto EURO SHOCK, y que se encargará del diseño, investigación, fabricación, comercialización y distribución nacional e internacional de este 'vigilante del corazón '.

En el ensayo EURO SHOCK participan los principales hospitales cardiovasculares de nueve países europeos. La UPC participa en el proyecto con la tecnología CardioSense: un monitor cardiovascular que permite obtener un prediagnóstico cardiovascular en menos de 60 segundos. En este ensayo, que se iniciará el 1 de febrero, s'aleatoritzaran más de 400 pacientes en un período de 34 meses.

09/01/2019

El shock cardiogénico es un estado clínico y hemodinámico muy complejo que conlleva una falta de riego sanguíneo en los órganos más importantes del cuerpo humano a causa de un infarto de miocardio masivo. Cada año, en toda Europa, más de 50.000 pacientes son diagnosticados con shock cardiogénico, siendo las mujeres y los ancianos los grupos de población con peor pronóstico en caso de sufrir esta grave afección. El último gran avance en este campo data de hace casi 20 años, cuando se demostró que la reapertura urgente de la arteria coronaria cerrada que causaba el infarto de miocardio y que conducía al desarrollo del choque cardiogénico, mejoraba el pronóstico. A pesar de varios intentos recientes de mejorar la supervivencia de esta población con diferentes técnicas, ninguna de ellas ha significado una mejora significativa de la mortalidad. La mayoría de los pacientes con shock cardiogénico terminan con insuficiencia orgánica multisistémica: una afección que tiene una tasa de mortalidad en torno al 50% durante los primeros 30 días después de la aparición del cuadro clínico.

El proyecto EURO SHOCK, financiado por el programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea, supone el primer ensayo clínico a gran escala que investiga la implementación precoz de la oxigenación de una membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés) como una posible intervención para reducir la mortalidad asociada al shock cardiogénico. El ECMO es una modalidad de apoyo circulatorio mecánico con la que se extrae sangre desoxigenada de las venas del paciente y, tras ser enriquecida con oxígeno, se administra directamente al sistema arterial, preservando así los órganos críticos del cuerpo durante la fase más grave de la enfermedad. En este ensayo de ámbito europeo, que está previsto que se inicie el 1 de febrero, los pacientes recibirán una revascularización inmediata para abrir la arteria bloqueada (angioplastia con stent) que está causando el ataque cardíaco y, tras su consentimiento, se les aleatorizará para recibir un tratamiento estándar o bien un tratamiento estándar asociado a la implantación de la ECMO en las primeras horas posteriores al diagnóstico de shock cardiogénico.

Un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) - Hospital Clínic de Barcelona participan en el proyecto aportando la tecnología CardioSense: un monitor cardiovascular que permite obtener un prediagnóstico cardiovascular —con resultados más exactos que los actuales— en menos de 60 segundos y comunicarlos desde cualquier lugar donde haya cobertura de telefonía móvil. Se trata de un "vigilante del corazón", patentado por la UPC, que detecta tanto el electrocardiograma (la señal convencional que describe la actividad eléctrica del corazón) como la onda de pulso arterial (relacionada con la tensión arterial y la elasticidad de las arterias) a partir del contacto con las manos o los pies a través de dos pares de sensores metálicos. Unos sensores que se pueden colocar en fundas de teléfono móvil, tabletas, correas de reloj, básculas, volantes o manillares, o cualquier otro dispositivo con tecnología inalámbrica que se pueda coger, sujetar y tocar al mismo tiempo con dos extremidades. Este sistema, desarrollado por investigadores del grupo de investigación de Instrumentación, Sensores e Interfaces (ISI) de la UPC, encabezados por Ramon Pallàs, se puede incorporar a otros aparatos que usan sensores similares, tales como los analizadores de masa corporal que miden entre las manos de manera autónoma o bien están incorporados en básculas; en este último caso, el método es válido también si se mide a través de los pies, con lo que permite aplicarlo en básculas de farmacias.

En el marco del proyecto EURO SHOCK, la UPC desarrollará un monitor para la telecardiología que permitirá hacer el seguimiento de los enfermos una vez se les haya dado el alta, por lo que se reducirán las visitas al hospital. Con la tecnología Cardiosense, cualquier familiar o asistente podrá aplicar el dispositivo al enfermo, en casa, sin necesitar ningún conocimiento específico previo.

En el proyecto EURO SHOCK, liderado por el investigador Anthony Gershlick, de la Universidad de Leicester, participan 12 hospitales universitarios líderes de nueve países europeos. El resto de socios del proyecto son: accelopment AG (Suiza), Azienda Ospedaliera Papa Giovanni XXIII (Italia), Chalice Medical Limited (Reino Unido), Deutsches Herzzentrum München (Alemania), Universidad de Glasgow (Reino Unido), Katholieke Universiteit Leuven (Bélgica), Ludwig-Maximilians Universität München (Alemania), Paula Stradina Kliniska Universitates Slimnica (LV), University of East Anglia (Reino Unido), Universitetet y Tromsø (Noruega) y Universitair Ziekenhuis Antwerpen (Bélgica).