‘Cursar la carrera de' telecos', hoy en día, tiene un recorrido profesional increíble'

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Carlos Cuffí, ingeniero de telecomunicación por la UPC-ETSETB y actual responsable del proyecto 5GBarcelona en la MWCB

Carlos Cuffí es alumni UPC: ingeniero de telecomunicación por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB) y MBA por ESADE, ha desarrollado parte de su trayectoria profesional en el mundo de la consultoría. Director de Transformación Digital de la Mobile World Capital Barcelona (MWCB), ha asumido también la dirección del proyecto 5GBarcelona en la MWCB y el liderazgo del Observatorio Nacional 5G.

26/07/2018

Cuéntanos un poco tu trayectoria profesional: ¿qué te ha llevado hasta 5GBarcelona?
Yo hice 'telecos' en esta casa: empecé en 1998 y en 2003 me licencié. Justo al terminar la carrera, con todo lo que aprendí en la UPC, opté por enfocarme hacia el mundo de la consultoría. Empecé en Everis, donde trabajé cuatro años de project manager en diferentes empresas de los sectores utilities y pharma. Pasado este periodo, quise completar mi formación en una vertiente más de negocio. Si bien es cierto que en la UPC te dan formación en economía y organización de empresas, quise ampliarla cursando un MBA full-time en Esade. Al terminar, me incorporé a la unidad de estrategia de Accenture; al cabo de dos años di el salto a Deloitte, desarrollando funciones similares.

Y de Deloitte, a la Mobile World Capital Barcelona (MWCB)
Sí, tuve la oportunidad de incorporarme, en 2013, a esta iniciativa que convertía Barcelona en la capital de las comunicaciones móviles, con funciones vinculadas a la transformación digital. Mi perfil, ingeniero de telecomunicaciones de base y con un fuerte conocimiento del mundo de los negocios -y de cómo las nuevas tecnologías estaban transformándolo, cada vez más con más fuerza- encajaba con lo que estaban buscando en la Capital.

No todo el mundo conoce la diferencia entre el Mobile y la Capital...
La Mobile World Capital quiere ir más allá de la celebración del congreso: pasa por desarrollar actividades que dejen un legado a la ciudad más allá del Mobile World Congress, posicionándose, al mismo tiempo, Barcelona, Cataluña y España como un hub digital a nivel europeo. Las actividades que promovemos pasan por tres patas: la primera, el empoderamiento de las personas en el uso de las nuevas tecnologías. Un ejemplo de ello es el programa mSchools, en la que participaron más de 133.000 alumnos de toda Cataluña, a través del cual los niños y niñas, y sus docentes, aprenden a desarrollar apps y fomentan, así, sus competencias digitales y el espíritu emprendedor.

También se quiere promover el emprendimiento y la innovación: el objetivo, ayudar a que Barcelona sea un buen lugar para que una empresa nativa digital pueda crearse, crecer y florecer. Ejemplos de ello son iniciativas como el 4YFN, un evento paralelo al MWC, en el que se quiere atraer talento del extranjero a Barcelona, conectar ecosistemas de innovación y atraer inversión.

Dentro de esta área también incluimos la transferencia tecnológica -uno de los grandes retos a escala mundial: cómo ayudar a que todo lo que se hace en los centros de investigación y en la Universidad tenga una aplicabilidad clara en el mercado. Aquí impulsamos The Collider, un programa en el que ponemos en contacto científicos de centros de investigación o universidades que tienen un conocimiento específico en una tecnología, con emprendedores para que desarrollen un producto y valoren si tiene potencialidad para entrar en el mercado.

Por último, la tercera área que desarrollamos aborda la transformación digital de la sociedad y la comunidad empresarial. Aquí es donde impulsamos toda la parte asociada al 5G y donde tratamos, en definitiva, cómo esta revolución en la que estamos inmersos nos impacta. Por eso ya hace años que desarrollamos programas específicos para que profesionales de cualquier sector puedan conocer los retos de un mundo en constante evolución como consecuencia de la innovación tecnológica.     

Es en un determinado momento que se decide entrar en el mundo 5G
Sí, en un primer momento nos habíamos centrado en el mundo mobile. Pero vimos que el concepto mobile ya no se limita a los móviles o los smart phones. Apps, servicios en el cloud, big data, realidad aumentada y virtual... estas nuevas tecnologías entran de lleno en el comportamiento de los consumidores y cambian la forma cómo se entienden, también, los negocios. Estamos en plena transformación digital.

Y en el fondo, todo esto pasa por el uso de las nuevas infraestructuras 5G: las nuevas infraestructuras de conectividad. Entendemos que esto puede tener un impacto muy relevante en el PIB del territorio, en la creación de puestos de trabajo, en la generación de talento y de nuevas ideas de negocio y nuevos servicios... Creemos que quien antes desarrolle estas infraestructuras y vea el potencial que tienen, será más competitivo que el resto.

Por ello, desde la MWCapital, estamos participando en dos iniciativas alrededor del 5G. La primera es 5GBarcelona, que quiere hacer de la capital catalana un laboratorio experimental, abierto y neutral entorno a esta nueva tecnología. La segunda, el Observatorio Nacional 5G, una iniciativa que quiere monitorizar, identificar y difundir todo lo que pase alrededor del 5G en España.

¿Qué implica el uso de la tecnología 5G?
Ofrece un mayor ancho de banda y, por tanto, mayor velocidad. También tiene una baja latencia (recortando el tiempo de respuesta de la red) y pueden conectarse muchos más dispositivos a la vez (1 millón de dispositivos por km2). Todo el mundo es consciente, por ejemplo, que cuando van al Camp Nou a ver el Barça, o a una manifestación, la cobertura y la conexión se resienten. Con 5G, esto no pasaría. Pero el reto no sólo es tecnológico: la clave es que muchos de los servicios que se desplegarán no son posibles sin esta infraestructura.

¿Por ejemplo?
La capacidad de respuesta de un coche autónomo, cuando 'habla' con un semáforo, debe ser muy rápida: en determinadas situaciones, no es lo mismo hablar de una capacidad de respuesta de 20-30 milisegundos a un milisegundo.

Se deben realizar pruebas piloto para ver qué tipo de servicios pueden hacer uso de estas infraestructuras y qué potenciales modelos de negocio se pueden desarrollar. Creemos que podemos contribuir a que nuestro territorio sea un referente en el uso de estas nuevas infraestructuras de comunicaciones y eso pasa por convertir Barcelona en un laboratorio para hacer estas pruebas. Con 5GBarcelona queremos crear condiciones para que esto ocurra.

¿Podemos explicar algún caso de uso que ya se esté probando?
Sí, y algunos ya se presentaron en la última edición del Mobile World Congress. En el Hospital Clínico, por ejemplo, se ha equipado un quirófano con tecnología 5G. Permite, por ejemplo, que se pueda registrar una operación con alta resolución, con visión 360º, por lo que un médico, desde cualquier parte del mundo, pueda llegar a acceder con realidad virtual inmersiva, ver esta sesión y aprender cómo se opera. O poder asesorar a un cirujano a distancia: en este caso, el delay es clave y sólo es posible con el uso de tecnologías 5G.

En el ámbito industrial, estamos trabajando en la monitorización de forma remota en máquinas de excavación de minas en zonas de riesgo. O en proyectos de robótica colaborativa en entornos industriales: el uso del 5G permitirá que la inteligencia que ayuda al funcionamiento del robot no esté en la propia máquina, sino que esté en la nube y haga, por lo tanto, que el robot sea más económico y eficiente.

Estamos trabajando en una decena de potenciales pilotos, poniendo en contacto la industria que debe desarrollar el servicio, operadores de telefonía, proveedores, start-ups, instituciones... Si somos pioneros en hacer estas pruebas, y a través de 5GBarcelona facilitamos que se puedan realizar, ayudaremos a generar un conocimiento que quedará en la ciudad y generará infraestructuras sobre las que se puedan desarrollar más pilotos.

¿Volvamos ahora a tus inicios, como recuerda su paso por la Universidad?
¡Tengo un muy buen recuerdo, me lo pasé francamente bien! Como era de fuera de Barcelona, significó también empezar a vivir solo, a espabilarme. Valoro, sobre todo, el conocimiento que adquirí en ingeniería y tecnología - la percepción que tenía era 'caray, ¡esta gente sabe mucho!'. Reconozco que mientras estudiaba tenía la duda sobre si lo que me contaban me sería útil, en un futuro. Y curiosamente ahora, en reuniones del proyecto 5G, hablamos de conceptos que vi durante la carrera y que estamos aplicando hoy.

En el ámbito personal, hice muchas amistades y recuerdo con nostalgia como nos juntábamos todos en la biblioteca para preparar los exámenes. Y todas las actividades que pasaban alrededor de la Escuela, el tejido asociativo... ¡tengo un recuerdo muy bonito!
 
No negaré que el primer año sufrías un poco… Pero al final tenías la recompensa personal de haberlo conseguido: este 'sufrimiento', en el buen sentido, también hace que el hecho de haber estudiado aquí sea diferencial. Este grado de exigencia, en mi caso, me motivaba.
 
¿Cómo ves el futuro de los estudios?
Creo que tiene un potencial brutal. El mundo de las telecomunicaciones, especialmente en el futuro más inmediato, cambiará muchísimo y afectará muchos aspectos de nuestro día a día. Creo que el futuro de la carrera tiene que pasar por dos vertientes: el aprendizaje de los fundamentos de la tecnología -que ya se enseña durante los estudios- y el potencial de esta tecnología ligado al mundo de los negocios y su aplicación en la industria. Es una gran oportunidad y creo que esto puede llegar a diferenciar una universidad respecto otra. Y la UPC, en este sentido, ya está muy bien posicionada.

Estamos en un mundo donde, cada vez más, se habla de códigos, frecuencias y conectividades. Hacer la carrera de 'telecos', a día de hoy, tiene un recorrido profesional increíble. Y una muestra de ello es como otras carreras están incorporando la pátina tecnológica: en arquitectura, por ejemplo, se está incorporando la sensórica para la monitorización de edificios. O en la automoción, donde estamos presenciando una revolución tecnológica, donde la conectividad y la aplicación de las TIC están entrando con fuerza.