Se incrementan los precios de la cadena de valor de la manzana y la pera en Cataluña, en tiempos de COVID-19, según un estudio del CREDA-UPC-IRTA

Un grupo de investigadores del Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA), centro de la UPC y el IRTA, ha analizado las consecuencias y el impacto que puede estar teniendo la crisis de la COVID-19 sobre los precios de la manzana y la pera. Estos han tendido a subir en todos los eslabones de cadena en Cataluña analizadas, pero sobre todo en el caso de los precios de los minoristas y mayoristas.

13/05/2020

El equipo del Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA), centro conjunto de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC) y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), ha concluido en su Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los precios de la cadena de valor de la manzana y la pera en Cataluña que estos han tendido a subir en todos los eslabones de la cadena de valor analizados en el contexto de la crisis por la COVID-19. Sin embargo, los resultados obtenidos en el análisis no permiten asociar la evolución de los precios, necesariamente, el período de crisis.

Se han seleccionado estos dos productos por la disponibilidad de datos que hay. En el análisis se comparan los precios semanales de venta de este año, desde el mes de enero hasta abril, con los del año pasado en tres eslabones de la cadena: las centrales frutícolas, los mayoristas de Mercabarna y los minoristas. El estudio se ha realizado a partir de los datos de los precios de las centrales frutícolas y los minoristas, publicadas semanalmente por el Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña en el Observatorio Agroalimentario de Precios, y los precios de los mayoristas que publica Mercabarna.

Los eslabones de los minoristas y mayoristas de Mercabarna son los que presentan una diferencia de precios más clara entre el periodo que llevamos de crisis de la COVID-19 y el anterior a la crisis. En cambio, los precios de las centrales frutícolas no han evolucionado de la misma manera por diferentes motivos, por ejemplo, debido a la existencia de acuerdos previos entre éstas y las cadenas de distribución.

En cuanto a los minoristas, el precio que pagaron los consumidores por la manzana subió un 14,2% entre la tercera semana de febrero y la tercera de abril. El precio de esta semana de abril es un 9,5% más alto que la misma del año pasado. En los mayoristas, la cuarta semana de abril el precio de la manzana es un 30,8% más alto que el precio de los meses de enero y febrero, y un 13,3% más alto al de la misma semana del año pasado .

El caso de la pera es un poco diferente; en general, en estos dos eslabones, el precio desde el mes de enero ha estado por encima al del año pasado, sin embargo, durante la crisis de la COVID-19, la diferencia de precio se ha acentuado. En el eslabón minorista, en los dos primeros meses del año, la media aritmética de las diferencias de precio fue del 8,8% mientras que en el mes de marzo y las tres primeras semanas de abril, la media fue casi 10 puntos superior, del 18,5%. En relación al eslabón mayorista, la media en los meses de enero y febrero fue del 14,1% mientras que en el mes de marzo y las cuatro primeras semanas de abril, la media fue del 44,8%. En este último caso, sin embargo, hay que decir que el incremento de precios durante la crisis respecto al año pasado se explica, en buena medida, por el descenso que experimentaron los precios en el año 2019 a partir de la tercera semana de febrero.

En el eslabón de centrales frutícolas, se observa que a partir de la penúltima semana de febrero de este año, la tendencia a la baja del precio de la manzana se invierte. Sin embargo, en general, el precio se ha situado por debajo del 2019. Las excepciones más destacadas son las dos primeras semanas de marzo, pero a diferencia de los eslabones minorista y mayorista, el cambio de patrón no se acentúa en el tiempo, de hecho, ni siquiera se mantiene. En el caso de la pera, se observa que entre la última semana de febrero y la tercera semana de abril los precios han subido un 11,3%. No obstante, en el período anterior a la crisis, entre la primera semana de enero y la primera de febrero, se da un crecimiento aún más acentuado, del 25,1%. Por otra parte, no observamos que la diferencia de precio entre el 2020 y el 2019 presente un patrón claramente diferenciado durante la crisis de la COVID-19 respecto a las semanas anteriores a la crisis.

El análisis de los factores que hay detrás de la evolución de los precios de cada eslabón es necesario para saber en qué medida los precios han variado debido a la crisis por la COVID-19. Entre estos factores habría, entre otros, el incremento de la demanda, la disminución de la oferta o el aumento de los costes asociados a las medidas que las empresas deben adoptar para intentar frenar la propagación del virus.

A pesar de que el estudio de los factores va más allá del objetivo inicial, el informe también ha concluido, tras analizar la información de las cantidades comercializadas en Mercabarna, que en este mercado ha habido un fuerte incremento de las ventas de pera de invierno durante los meses de marzo y abril de este año, respecto al mismo período del año anterior. Concretamente, se observa un aumento del 42,1%, mientras que en los meses de enero y febrero fue del 6,7%. En el caso de la manzana Golden, el incremento ha sido más modesto, del 11,9%, mientras que la variación en los meses de enero y febrero fue del 5%.