Un equipo de la UPC colabora con el Departamento de Salud sobre los requerimientos técnicos para fabricar mascarillas sanitarias reutilizables

Un equipo de la UPC colabora con el Departamento de Salud sobre los requerimientos técnicos para fabricar mascarillas sanitarias reutilizables
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La investigadora Mònica Ardanuy

Un equipo de investigación de la Universitat Politècnica de Catalunya • BarcelonaTech (UPC) en Terrassa asesora al Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña sobre los requerimientos técnicos que se necesitan para fabricar mascarillas sanitarias reutilizables y seguras. Los mismos investigadores también recomiendan no hacer uso de mascarillas domésticas y, en caso de extrema necesidad, aconsejan cuáles son los tejidos más adecuados para fabricar mascarillas temporales efectivas que no sean de uso clínico.

24/03/2020

Investigadores e investigadoras de la sección de ingeniería textil de la UPC de Terrassa colaboran con el Gobierno catalán en el asesoramiento sobre la manera más rápida y efectiva de fabricar mascarillas sanitarias reutilizables para hacer frente al COVID-19. Según afirma la profesora Mónica Ardanuy, profesora de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aerorespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), "hace mucho tiempo que no se fabrican mascarillas que se puedan lavar, esterilizar y reutilizar porque se han generalizado globalmente en todo el mundo las de un solo uso. Por ello, es muy difícil encontrar en el mercado los tejidos con que se fabricaban".

De hecho, las mascarillas deben cumplir la normativa sanitaria FFP1, FFP2 o FFP3 y su certificación requiere mucho tiempo. Según explica Mónica Ardanuy, "en caso de que encontremos tejidos adecuados, el tiempo de validación con el grado de exigencia fijado con anterioridad a la expansión del COVID-19 sería de semanas o incluso de meses".

El proceso de fabricación de mascarillas reutilizables contempla diferentes fases. En primer lugar, se deben seleccionar materiales textiles con alta capacidad de filtración de micropartículas. En segundo lugar, se deben realizar ensayos que confirmen su capacidad de filtrado, transpirabilidad y capacidad de respiración (en España sólo los realiza el centro tecnológico AITEX, ubicado en Valencia). Después, se debe fabricar el tejido y proveerlo y finalmente, se tienen que confeccionar las mascarillas. Esta es la fase más sencilla, pero, según advierte Ardanuy, "se tiene que tener mucho cuidado con el diseño para que se ajuste perfectamente a la cara del profesional sanitario”.

La investigadora añade que "en Cataluña contamos con una industria textil muy potente, en particular en textiles técnicos, que podría poner en marcha este proceso de manera muy rápida. De hecho, todas estas empresas junto con asociaciones textiles, centros tecnológicos y la UPC, ya están trabajando en esta dirección".

 

Regulación temporal

En este sentido, el 20 de marzo se publicó en el BOE la disposición 3995 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo sobre especificaciones alternativas excepcionales en la fabricación de mascarillas EPI ante su falta y mientras dure el actual estado de excepcionalidad . Según se desprende de esta disposición, se podrán comercializar en España mascarillas sanitarias que cumplan las especificaciones NIOSH y china, con la autorización de las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas y que dispongan de la documentación técnica que garantice estas especificaciones, que son tres: eficacia contra la penetración, resistencia a la respiración y marcaje.

Por tanto, "el hecho de que se haya flexibilizado la normativa vigente desde hace pocos días podría favorecer la rapidez en la fabricación de este material sanitario en Cataluña", afirma Mónica Ardanuy.

 

Como deben ser las mascarillas?

Las mascarillas sanitarias deben ser hidrófobas, sobre todo en la parte exterior. El algodón está totalmente desaconsejado porque, aunque su grado de confort, absorbe el agua y las microgotas con virus. Además, es un tejido que, si no está tratado con acabados antibacterianos, favorece el crecimiento de bacterias.

Por otra parte, la capacidad de filtración de un tejido varía significativamente según el diámetro de la fibra, la empaquetación o la estructura del tejido, el gramaje y la densidad, entre otros. Por todo ello, los investigadores textiles de la UPC insisten en que las soluciones domésticas no son aconsejables para el ámbito sanitario.

Para un uso temporal no sanitario, las telas más adecuadas para construir mascarillas protectoras serían telas con poca absorción de agua, fabricadas con fibras hidrofóbicas o que absorban poca agua (como poliéster o polipropileno), tejidos ligeros con mucha superficies específica y por tanto con mucha capacidad de filtraciones. También se pueden combinar diferentes capas de telas como fundas de almohadas o paños de microfibra. Pero siempre teniendo en cuenta que en este caso es trataría de soluciones de un solo uso y que no fueran para aplicaciones en el ámbito sanitario, pues no se tiene ninguna medida objetiva de su capacidad de filtración. "Es por todo esto que es necesario ser prudentes a la hora de fabricar mascarillas con textiles que no hayan estado mínimamente testados y que garanticen una capacidad de filtración adecuada porque pueden dar una sensación de protección que no es real", concluye Ardanuy.