Un estudio sobre cómo transformar residuos de la industria papelera en materias primas secundarias, premiado como mejor innovación
Un estudio científico elaborado por un equipo de investigadores de la UPC, en colaboración con el Centro Tecnológico de Construcción de ACCIONA y TECNALIA, demuestra la viabilidad en la transformación de residuos de la industria papelera en materias primas secundarias. El estudio ha obtenido el galardón a la mejor innovación del Asociación Mundial de la Carretera.
14/11/2019
El estudio 'Materias primas secundarias para construcción de carreteras, basadas en desechos de la industria papelera. El proyecto PaperChain' recoge los resultados de la investigación desarrollada en el marco del proyecto europeo PaperChain para utilizar cenizas volantes procedentes de la industria papelera en lugar de cemento para mejorar y estabilizar las explanadas en las que se apoya el firme de la carretera, reforzando así la resistencia del pavimento al tráfico. El estudio lo ha llevado a cabo el grupo de investigación Materiales de Construcción y Carreteras (MATCAR) de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), en colaboración con el Centro Tecnológico de Construcción de ACCIONA Construcción y TECNALIA, y demuestra no solo la viabilidad técnica al sustituir el cemento por cenizas volantes, sino que también refleja la mejora desde el punto de vista medioambiental, ya que permite importantes reducciones de la huella de carbono en la construcción de carreteras, debido a que el cemento y la cal son importantes emisores de CO2.
La Asociación Mundial de la Carretera (PIARC) hizo entrega del premio, el 6 de octubre, en Abhu Dabi en el marco de la 26ª edición del Congreso Mundial de la Carretera. En la elaboración de la investigación, que ha ganado uno de los ocho galardones y ha estado reconocida en la modalidad de innovación, han participado los investigadores de la Universidad Hani Baloochi, Diego Aponte, Marilda Barra, Adriana Martínez y Rodrigo Miró, junto con Juan José Cepriá y Roberto Orejana, del Centro Tecnológico de Construcción, de ACCIONA, y Asier Oleaga, de TECNALIA.
Resultado de un caso práctico en Zaragoza
El premio recopilaba uno de los casos de estudio del proyecto PaperChain, el kilómetro de prueba llevado a cabo en Villamayor del Gállego (Zaragoza), donde se adecuó el camino rural con una elevada intensidad del tráfico, mejorando el firme estabilizado con las ya mencionadas cenizas volantes.
El premio al mejor proyecto innovador lo recogieron la investigadora del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, Adriana Martínez, por parte de la UPC, y Juan José Cepriá, de ACCIONA, en representación de todos los autores.
En el Congreso Mundial de la Carretera, que tiene una periodicidad cuatrienal y más de cien años de historia, se citan los principales actores del sector de la carretera. En esta edición, asistieron más de 5.000 delegados de 120 países diferentes.
PaperChain: un modelo de economía circular
El proyecto europeo PaperChain, coordinado por ACCIONA y en el que participa la UPC, es una iniciativa orientada a desarrollar un modelo de economía circular que aproveche los residuos generados por la industria del papel y los emplee como materias primas en los sectores de la construcción, minero y químico. Europa es el segundo productor mundial de pasta y papel, un sector que consume un número elevado de recursos y que produce unos 11 millones de toneladas de residuos cada año, que se podrían reconvertir en materias primas de gran valor para a otras actividades industriales.
PaperChain cuenta con la participación de 20 socios de cinco países europeos e incluye demostraciones a gran escala en diversos entornos operativos: en el sector de la construcción, en España (capas de suelo estabilizado en carreteras); en Portugal (asfaltos y hormigones) y en Eslovenia (materiales compuestos para estabilización de taludes); y en Suecia en el sector químico (bioetanol para productos químicos secundarios) y en el sector minero (capas sellantes de escombros).
Con un presupuesto de 7,8 millones de euros, el proyecto está financiado por el programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea. También colaboran SAICA, el laboratorio de carreteras del Gobierno de Aragón y el Ministerio de Fomento.