Xavier Sánchez Vila: "La única solución a la sequía es una combinación de soluciones"

El catedrático Xavier Sánchez Vila
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El catedrático Xavier Sánchez Vila

Ante la actual situación de sequía, el catedrático de Hidrología Subterránea de la UPC Xavier Sánchez Vila apuesta por combinar soluciones como la obtención de agua de los embalses y los acuíferos con la desalinización y la regeneración. En este nuevo escenario que plantea el cambio climático, Sánchez Vila defiende la necesidad de crear un mecanismo que permita regenerar el agua tantas veces como sea necesario, en un ciclo de economía circular infinito.

22/03/2024

Xavier Sánchez Vila es profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona (ETSECCPB), investigador del grupo de Hidrología Subterránea (GHS) y director del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC). Algunas áreas en las que investiga son la recarga de acuíferos, los compuestos emergentes, los recursos hídricos o el transporte reactivo en medios heterogéneos, todo ello para buscar soluciones a los problemas derivados de la falta de agua que plantea la crisis climática

Entrevista a Xavier Sánchez Vila en vídeo

¿Qué opciones tenemos actualmente para hacer frente a la sequía?

Hay muchas soluciones, pero cada una, independientemente, no sirve, la única solución es la combinación de todas. Por un lado, tenemos los recursos convencionales, como los embalses y las aguas subterráneas o acuíferos. Y después, contamos con los no convencionales, como las desaladoras, la regeneración de agua y otras posibilidades, como llevar agua con barcos, la interconexión de redes o los trasvases. Cuando existe suficiente disponibilidad de agua, siempre se recurre a la solución más barata, que normalmente son los embalses, de donde se extrae el agua para pasarla a los ríos, de ahí a las plantas de potabilización y finalmente a los servicios. Dependiendo del punto de la sequía donde nos encontremos, una solución adquiere más relevancia que las demás.

En este sentido, ¿se pueden combinar recursos como la desalinización y la regeneración?

Sí, su actuación es independiente, pero se complementan. La desalación consiste en obtener el agua del mar y extraer la sal por osmosis inversa. Es un método de un altísimo consumo energético, la solución más cara de las posibles. Se consigue agua de muy buena calidad, y también una parte de agua doblemente salada que retorna al mar. Por el contrario, con la regeneración, el agua proveniente de las estaciones depuradoras de aguas residuales se capta y depura. Una vez depurada, todavía no es agua potable y necesita otro tratamiento más complejo para ponerla en servicio. Aún no se puede agregar a la red de forma directa, pero podría utilizarse para regar, por ejemplo.

¿Qué papel tienen los acuíferos en este marco?

Los acuíferos tienen una ventaja respecto al embalse, que es el hecho de no encontrarse en la superficie. En este sentido, estas aguas freáticas no se evaporan y los problemas de contaminación son mínimos. Es una fuente muy buena. De hecho, una quincena de pueblos de Cataluña se abastecen con aguas subterráneas, a través de pozos, y no tienen ningún tipo de restricción. Los pozos ofrecen mucha agua y de muy buena calidad, aunque no se puede abastecer a toda Cataluña con pozos, por eso es necesario combinar soluciones. En este sentido, los acuíferos se llenan de forma natural, pero también se pueden llenar de forma artificial, mediante lo que se llama recarga gestionada de acuíferos. Estos es uno de los elementos con los que trabajamos en el Grupo de Investigación de Hidrología Subterránea de la UPC.

"Para hacer frente a la sequía, hay que pensar en un mecanismo de economía circular que permita utilizar el agua tantas veces como sea necesario"

¿Cómo se pueden cuidar y mantener los acuíferos para utilizarlos en época de sequía?

Hay que irlos explotando poco a poco para intentar que no se queden sin agua. Se tienen que cuidar bien cuando hay mucha agua, lo que llamo 'vigorizar un acuífero'. Se puede aumentar la cantidad de agua que se infiltra en el acuífero, un agua que puede venir de las plantas de regeneración. Es decir, una vez volvamos a tener agua, en vez de lanzarla al río, habría que verterla en el acuífero para utilizarla cuando llegue la siguiente sequía.

En este contexto, una de las soluciones que se ha planteado es el traslado de agua en barcos. ¿Es útil esta medida?

Creo que no es buena solución, porque la cantidad es muy pequeña. Si llegara un barco al día, estaría trayendo aproximadamente el 2 % del consumo del Área Metropolitana de Barcelona. Además, es una opción aún más cara que la desalación, y su coste sería inasumible. Se ha hablado de recurrir a esta solución solo para abastecer las necesidades de emergencia, como los hospitales, pero entonces debería trasladarse el agua de los barcos con cisternas o con algún otro sistema, tendríamos colas de miles de camiones esperando a recibir el agua y transportarla a cada lugar diferente. Antes, se impondrían otras medidas, como las restricciones, bajar la presión del grifo… A no ser que la situación llegue a un límite muy preocupante, entonces quizás sí que sería una opción de emergencia.

Si nos situamos en el peor de los escenarios, ¿cuándo se supone que se llega a un punto crítico para pedir trasvases y ayuda externa?

Depende de cómo se priorice y del momento en que se prefiera incorporar los cortes de suministro. Entonces habría que activar los trasvases, reducir la presión o realizar cortes temporales. Esta última solución tampoco es positiva, porque reduce la vida útil de las tuberías, ya que deben estar siempre en remojo y no conviene que se queden vacías, porque, si el agua no pasa, se deterioran. Esta situación requeriría constantes renovaciones de la red, y esto es muy caro. Pero la priorización es más política que técnica.

Dentro de este contratiempo que está sufriendo el ciclo del agua, ¿qué margen se le puede reservar al optimismo?

Es un ciclo, efectivamente, pero hemos trastornado tanto la naturaleza que parece que este ciclo ha cambiado. Históricamente, siempre hemos tenido sequías, en el Mediterráneo la situación normal es que se produzcan con un margen de entre 10 y 14 años. Podemos decir, por tanto, que la sequía actual ha llegado cuando tocaba, porque la última fue en 2008. Sin embargo, está siendo muy larga, algo que no estaba previsto. ¿Cuándo vendrá la próxima y cómo será de extensa? Puede conjeturarse que se reducirá este ciclo, quizá a los 8 o 10 años, y que se extenderán más en el tiempo. Todo depende de si llueve más o menos, de las previsiones del cambio climático. Con el agua de lluvia llenamos de forma natural embalses y acuíferos, pero debemos prepararnos para un escenario en el que cada vez el agua de la lluvia será más escasa y, de forma indirectamente proporcional, los usos de las personas crecen, desde la agricultura hasta el turismo. Por tanto, tenemos dos opciones: o se restringe la demanda o se aumenta la oferta. Creo que el error es pensar que la desalación nos va a salvar. En mi opinión, lo hará la regeneración, es necesario fortalecer esta opción, es decir, regenerar y volver a hacerlo tantas veces como sea necesario. Es prioritario pensar un mecanismo de economía circular para mover el agua tantas veces como sea necesario y contar así con la cantidad suficiente.

¿Podemos decir que como sociedad hemos reaccionado tarde a ese problema?

Como sociedad vamos tarde por un problema de falta de conocimiento. Se piensa que toda el agua que tenemos viene de los ríos y que la única solución a la falta de lluvia es la desalación, no se piensa en las aguas freáticas, en los acuíferos. La Agencia Catalana del Agua es consciente de ello, porque tienen muy buenos profesionales en general e hidrogeólogos en particular, pero necesitan apoyo económico del Gobierno. Por mucho que las acciones se planifiquen bien, quizás solo se ejecuta una parte pequeña e insuficiente. Es un problema de falta de inversión y prevención, de no pensar en la sequía hasta que la tenemos encima. Ahora hay que pensar en soluciones para la próxima sequía, con esta haremos lo que podamos.

"Como sociedad vamos tarde por un problema de falta de conocimiento"

¿Cómo prepararnos, pues, para la próxima sequía?

Es necesario invertir en regeneración, necesitamos muchas más plantas para esta actividad. Ahora tenemos una cantidad determinada de agua residual, se trata en la depuradora como siempre, y en vez de verter el excedente en el mar, podríamos aplicar esta agua a muchos usos, aunque no sea potable. En este momento de emergencia se lleva a cabo lo que se llama un tratamiento de prepotabilización: el agua residual se vierte en el río, se vuelve a recoger y se retorna al sistema. Pero si llueve y se rellenan los embalses, no será necesario lanzar esta agua al río, porque ya irá lleno. La propuesta sería tomar esta agua extra y almacenarla en los acuíferos. Así, en el futuro, cuando los pantanos vuelvan a descender, los acuíferos estarán llenos y se podrá verter esta agua en el río y volver a regenerarla. En cuanto a las desaladoras, un aumento de este recurso aumentaría demasiado la factura, en caso de repetirse una crisis energética como la actual, el precio del agua será desorbitado si confiamos solo en este recurso.

* Entrevista publicada en La Uni. La Vanguardia (27/03/2024)